Existen muchos tipos diferentes de inversores solares. Todos tienen una finalidad diferente, por lo que es importante encontrar el que mejor se adapte a sus necesidades. Interactivo con la red: Es el tipo más común de inversor solar. Funciona cuando hay electricidad de la red. Cuando no lo está, la electricidad de sus baterías ocupa su lugar. Es la mejor opción para el uso fuera de la red. Batería de reserva: Este tipo de inversor solar funciona cuando la red no está disponible, pero también se puede programar para que funcione cuando la red no está disponible. Protege las baterías de la sobrecarga y se desconecta automáticamente cuando vuelve la corriente. Es ideal para bancos de baterías, sistemas híbridos y aplicaciones aisladas de la red. Híbrido: Este tipo de inversor utiliza simultáneamente la energía de la red y la generada por los paneles solares. Es ideal para sistemas híbridos que combinan energía solar y baterías. Controlador inteligente: Un controlador inteligente es el cerebro de su sistema solar. Se encarga de gestionar todo el sistema y de comunicarse con el inversor solar. Es una buena opción para aquellos que quieren controlar toda su instalación solar desde una única plataforma.

¿Cómo funciona un inversor solar?

Inversión placas solares, un inversor solar utiliza sus paneles solares como una batería para almacenar energía. Convierte la corriente continua (CC) producida por sus paneles en corriente alterna (CA), que es lo que necesitan la red y la batería de su casa. Dependiendo del tipo de inversor solar que tenga, también puede ser capaz de cargar la batería en caso de que la red no funcione. El inversor tiene dos juegos de cables. Uno está conectado a los paneles solares y el otro a la batería. Cuando el inversor está en funcionamiento, la batería se carga lentamente mientras los paneles solares reciben energía. Cuando la batería está completamente cargada, el inversor cambia al conjunto de paneles solares y alimenta su casa.